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La pérdida de Scalia puede hacer que la balanza de la Corte Suprema de Estados Unidos se incline a favor de los Demócratas.
Apenas pocos días después del suceso, comienzan a surgir preguntas sobre cómo se manejó la muerte del magistrado de la Corte Suprema de Estados Unidos Antonin Scalia, al tiempo que se calienta la batalla política sobre quién será su sucesor en la máxima instancia jurídica del país.
Se espera que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, nomine a un nuevo magistrado en las próximas semanas, pero los Republicanos quieren que esa decisión la tome el futuro presidente.
La pregunta de quién reemplazará a Scalia, voz poderosa y conservadora en el más alto tribunal de EE.UU., se está convirtiendo en una batalla entre los partidos Republicano y Demócrata que puede desatar una crisis constitucional.
En este contexto, la aparición de algunas teorías de la conspiración en torno a las circunstancias de la muerte del juez no hacen más que avivar el fuego.
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Algunos ciudadanos están indignados ante la pelea política que ha seguido a la muerte de Scalia.
Causas naturales
La jueza que pronunció la muerte de Scalia dijo que el magistrado murió el pasado sábado por causas naturales, sin definir el motivo exacto del fallecimiento.
Al parecer tomó tiempo encontrar un juez de paz que pudiera pronunciar la muerte del magistrado.
Finalmente lo hizo la jueza del condado de Presidio Cinderela Guevara, quien no vio el cadáver y realizó el trámite por teléfono, algo permitido por la ley de Texas.
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El presidente estadounidense Barack Obama defendió este martes su derecho a nominar al nuevo juez de la Corte Suprema.
Según afirmó Guevara, los miembros de los servicios de seguridad presentes en la habitación donde fue hallado Scalia le aseguraron que “no había indicios de juego sucio”.
Un elemento que despertó dudas fue que Guevara primero indicó como causa de la muerte un ataque al corazón, pero posteriormente citó causas naturales.
La jueza explicó que sólo quiso decir que el corazón de Scalia se había detenido.
Scalia, de 79 años, tenía un historial médico de problemas de corazón y alta tensión arterial, señaló Guevara tras hablar con el doctor de Scalia y la policía.
Colocación de la almohada
Otros dudan ante el relato de John Poindexter, conocido de Scalia y dueño del rancho Cibolo Creek en el que se alojaba, que describió con estas palabras el momento en que encontró al juez muerto el sábado:
“Descubrimos al juez en la cama, con una almohada sobre su cabeza. La ropa de cama no estaba arrugada”, según citan a Poindexter.
El aspirante a la nominación republicana para las elecciones presidenciales, el magnate inmobiliario Donald Trump, describió las circunstancias de la muerte de Scalia como “inusuales” en una entrevista con el conocido y conservador presentador de radio Michael Savage.
Savage, cuyo programa de radio cuenta con millones de oyentes en EE.UU., pidió una “inmediata autopsia antes de que se entierre el cuerpo”.
Trump le dijo a Savage: “Acabo de escuchar que encontraron una almohada en su cara, un lugar inusual para encontrar una almohada”.
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La habitación donde hallaron el cuerpo de Antonin Scalia.
Al conocer la confusión que produjeron sus palabras, Poindexter aclaró a la cadena estadounidense CNN que se refirió a que la almohada estaba encima de la cabeza del juez, contra el cabecero de la cama.
El locutor de radio Alex Jones, amigo de teorías de la conspiración como las que cuestionan la autoría de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y crítico acérrimo del presidente Obama, compartió en redes sociales un video en el que sugiere que Scalia fue asesinado.
No hubo autopsia
Por su parte, un exjefe de investigaciones criminales de la policía de Washington, William O. Ritchie, escribió en la red social Facebook que está “sorprendido ante el hecho de que no se practicara la autopsia al juez Scalia”.
Pero, según el diario estadounidense The Washington Post, el director de la casa funeraria que trató el cuerpo de Scalia en El Paso, Texas, dijo que la familia del magistrado insistió en que no se hiciera una autopsia.
Esto mismo es lo que declaró el martes la jueza Guevara también en The Washington Post.
La jueza habló con el abogado de Scalia, quien dijo que “la familia pidió que no hubiera autopsia, creían que Scalia había muerto por causas naturales y preferían que no hubiera retraso en el regreso de los restos del magistrado a Virginia”.
Según Guevara, el médico personal de Scalia también le dijo que creía que la muerte se debió a causas naturales.
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Análisis de Anthony Zurcher, BBC Norteamérica.
Tenía que pasar en Texas, ¿no es así?
Desde el estado que ofreció medio siglo de teorías de la conspiración en torno a John F. Kennedy, con sus propias interrogantes sobre autopsias, llega una nueva controversia.
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El asiento vacío de Antonin Scalia en la Corte Suprema es objeto de una incipiente batalla política en EE.UU.
Por supuesto, Kennedy fue asesinado a plena luz del día en una calle de Dallas.
Scalia, por el contrario, era un hombre de 79 años con algunos problemas de corazón, que murió mientras dormía.
Pero eso no va a detener la propagación de las especulaciones.
Como reflejo del impacto que una vacante en la Corte Suprema tiene sobre la política estadounidense basta observar que las historias de intriga y engaño empezaron a aparecer sólo tres días después de la muerte del juez.
Si el presidente Barack Obama es capaz de designar al sucesor de Scalia o si un presidente Demócrata lo hace el año que viene, esto puede inclinar la balanza ideológica de la Corte hacia la izquierda por años.
Hay mucho en juego y los beneficios para la causa progresista son evidentes: ingredientes clave para una buena teoría de la conspiración.
En 1992, el escritor John Grisham publicó su primera novela gran éxito de ventas, “El informe Pelícano”, que gira en torno al asesinato de jueces de la Corte Suprema para obtener beneficios políticos. Algunas cosas es mejor dejarlas como obras de ficción.
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Las banderas ondeaban a media asta el lunes en honor del juez Scalia.
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El funeral por el magistrado Scalia se oficiará el sábado en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción, en Washington DC.
La muerte de Scalia deja una Corte Suprema dividida en partes iguales entre jueces progresistas y conservadores, en un momento en que la Corte debe fallar sobre casos cruciales sobre el aborto, el derecho al voto y la inmigración.
Según la Constitución, el presidente de Estados Unidos nomina los jueces para la Corte Suprema.
El Senado, actualmente con mayoría Republicana, utiliza sus poderes de “consejo y consentimiento” para confirmar o rechazar a esa persona.
El portavoz de la Casa Blanca Eric Schultz criticó este martes a un creciente número de senadores republicanos por decir que no apoyarán la nominación del presidente Obama.
Schultz describió la situación como “una fanfarronada, sólo para tener que aceptar la realidad al final”, en referencia a batallas anteriores sobre el límite de deuda del país y el acuerdo nuclear con Irán, por ejemplo.
No habrá un anuncio antes de que el Senado retome la actividad el 22 de febrero, precisó Schultz.
Los estadounidenses están convocados a las urnas el próximo 8 de noviembre para elegir un nuevo presidente.
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EE.UU.: las teorías de la conspiración sobre la muerte del juez Antonin Scalia en plena batalla política por la sucesión
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